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El Amor en los Tiempos de Netflix: Hablamos de vínculos a través de la serie «Nadie Quiere Esto»

Pues sinceramente, un plan de viernes que implique una maratón de series… No sé a ti, queridx, pero a mí me parece un planazo. Sin esperar mucho, me he tragado de un tirón la serie Nadie quiere esto en Netflix y la verdad… Aunque sigue siendo ficción, me encanta uno de los mensajes que subyace: el amor sano no es como el de las pelis románticas, sino que implica bastante trabajo.

Por cierto, vamos a intentar no hacer ningún spoiler… Pero ojo, vamos a hablar sobre las forma de vincularse de los protas, así que algo puedes intuir. También te digo que esto queda claro desde el primer capítulo.

Uno de los protagonistas es Noah. El personaje está construido desde una perspectiva poco usual en las series: un hombre que se relaciona de forma sana, accesible, regulado, fuera de los estereotipos a los que hasta ahora estamos acostumbradxs.

Representa un estilo de apego seguro, pero ojo, que como decía un profe mío: el apego seguro es como los unicornios, todos hemos oído hablar de ellos, forran carpetas, pero que levante la mano quien haya visto uno.

Noah está presente. Se muestra abierto, flexible, vulnerable, comunicativo, respeta los tiempos, escucha y comprende los miedos, calma… Está disponible para la otra persona. Pero ojo, ¡acuérdate de que seguimos hablando de una serie! El personaje desmonta la idea muy extendida de ser inseparables, y lo convierte en un «quiero estar contigo, pero siempre respetando la individualidad».

La otra protagonista es Joanne. Ay, queridx, Joanne es el ejemplo viviente (modo ficción) de alguien cuyas experiencias pasadas marcan sus relaciones. Es el claro ejemplo de un apego evitativo. Y ojo, que este, por desgracia, sí lo vemos con más facilidad en nuestro día a día.

Joanne es un personaje que se ha tenido que hacer fuerte por sus experiencias, tiene la creencia de que no se puede confiar, que te pueden hacer daño. Y no, no es que no quiera conectar, sino que le aterra que las cosas no funcionen, y automáticamente activa el autosabotaje.

Ahora, este tipo de acciones es lo que llamamos «ghosting», y Joanne es una experta. Cuando siente que algo es demasiado intenso, o que las cosas pueden ir por derroteros que se le escapan de su control, su respuesta es desaparecer, huir. ¿Y de dónde habrá sacado esta muchacha estas acciones? Pues de sus figuras de apego y de cómo aprendió a vincularse a lo largo de su vida.

El problema es que los mecanismos de defensa al final fallan, y lo que te funcionó antes, ahora te limita… Y te priva de relaciones reales, con sus pros y sus contras.

Lo que me ha gustado sobremanera es poder ver cómo la persona que se relaciona desde la seguridad, la conexión y la presencia, ayuda a desactivar esas conductas de huida. Esa disponibilidad emocional no es solo estar presente en los buenos momentos, sino también estar dispuesto a conectar en los momentos difíciles, cuando los miedos y las inseguridades salen a la superficie.

Esta comprensión permite respetar las necesidades y las individualidades del otro, pero desde el respeto a las propias. Esto, poco a poco, va creando un espacio de seguridad que permite enfrentarnos a nuestros miedos, a nuestro ritmo y, sobre todo, en compañía, con conexión y seguridad. No se trata de forzar un cambio, sino de acompañar.

Es a través de este tipo de conexiones seguras cuando el patrón evitativo puede comenzar a modificar su manera de vincularse. Al sentirse aceptado cuando es más vulnerable, el miedo a ser heridx se diluye lentamente, y así la relación se transforma en un espacio donde la intimidad y la confianza son los cimientos para construir una relación de pareja sana.

Pues ya era hora de que empecemos a mostrar en la gran pantalla (o donde sea) otras maneras de ver las relaciones, una forma más realista, más ajustada a la realidad que vivimos los que no estamos en una serie. Me gusta ver cómo, poco a poco, nos alejamos de romantizar conductas que no tienen nada de romántico y nos ayudan a entender que estar en una relación es un trabajo que requiere esfuerzo, compromiso, flexibilidad y conversaciones incómodas.

Para mí, Nadie quiere esto pone sobre la mesa una nueva forma de entender las relaciones, desmitificando el amor romántico y ofreciéndonos un modelo para replantearnos qué es lo que realmente queremos en nuestras relaciones. Al ver cómo los personajes atraviesan conflictos reales y enfrentan sus propios miedos, estamos modelando nuevas maneras de vincularnos.

Pues hasta aquí, queridx… ¿La has visto? ¿Qué te ha parecido?

Agui Sabaté, psicóloga de Dulae

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