Comunicación

Todos nos comunicamos a diario con muchas personas diferentes, pero no siempre lo hacemos de la misma manera con cada una de ellas. Nos expresamos tanto de una forma verbal, como no verbal.

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De este modo, transmitimos nuestras ideas, sentimientos, deseos, etc. Sin embargo, no siempre logramos que dicha comunicación sea fluida, o podemos hacer llegar al otro nuestro mensaje de la forma esperada. Es posible que nos dejemos información que nos parezca relevante pero que, por el motivo que sea, no la expresemos.

El motivo, muchas veces, es que dudamos de cuál es la mejor manera de comunicar lo que queremos, sin dañar al otro, o temiendo la opinión que pueda tener el receptor de nuestro mensaje. En esto, claramente, influye también quién es la persona a la que debemos comunicar. Por ejemplo, no nos comunicamos igual con nuestra pareja que con nuestro jefe, ni nos resulta igual de complicado.

Aprendemos a hablar y desde niños nos indica qué es correcto y qué no pero no nos enseñan cómo expresarnos según lo que sentimos o según la situación en la que nos encontremos. Y a falta de este aprendizaje, aprendemos por el entorno o por el rol que tiene el receptor.

Y aunque nos pasamos el día comunicándonos, hay momentos en que nos exponemos a una situación y no sabemos cómo comunicarnos o nos quedamos insatisfechos de lo que hemos comunicado (“Tenía que haberle dicho esto o esto otro”).

Por eso, si esta sensación es muy frecuente, o si sentimos que nos limita, puede sernos útil acudir a alguien que nos oriente en este aspecto y que nos guíe en cómo comunicarnos mejor.

Si sientes que esto te pasa muy a menudo o si es algo en lo que te gustaría trabajar, no dudes en contactar con nosotros que estaremos encantados de ayudarte.