Asertividad

Probablemente si te encuentras leyendo esto es porque has escuchado hablar sobre la asertividad. Cada día se habla más de ello, y a veces no terminamos de explicar bien a qué se refiere este término y otras llegamos al conocimiento del mismo porque nos encontramos en un proceso terapéutico.

La asertividad es un término relacionado con la inteligencia emocional, es una habilidad social y un estilo de comunicación. Consiste en la capacidad de conocer los derechos propios y defenderlos. Es una forma de expresión directa donde comunicamos nuestras emociones, nuestras ideas, deseos, necesidades y defendemos nuestros derechos a la vez que respetamos las necesidades de otros.

A veces ocurre que creemos que no podemos comportarnos de forma asertiva porque no pertenece a una característica de nuestra forma de ser. La buena noticia es que al ser una habilidad que se aprende la podemos entrenar y desarrollar.

Existen otros dos estilos en la forma de comunicarse: el estilo pasivo y el agresivo. El estilo pasivo se caracteriza por no defender sus derechos, no expresar emociones, ni necesidades y anteponer los intereses de los demás por encima de los propios. Mientras que el estilo agresivo se caracteriza por expresar sus deseos, defender sus derechos, comunicar opiniones o necesidades pero de manera inadecuada utilizando la hostilidad y exigencia sin respetar a los otros.

Comunicarse de forma asertiva da una gran cantidad de beneficios para la salud psicológica y social de las personas que la tienen o la desarrollan: aumenta la autoestima y la seguridad, mejora las relaciones con los demás, incrementa las habilidades sociales, favorece la canalización de las emociones y su regulación al comunicarlas, disminuye la ansiedad provocada por situaciones sociales, aumento de las emociones positivas.

Cuando una persona no tiene muy desarrollada la habilidad de la asertividad le resulta muy difícil expresar lo que siente y piensa. Además puedes experimentar emociones desagradables como la ansiedad o la culpa, cuando necesitas defender tus derechos, expresar necesidades o poner algún límite como decir No o expresar una crítica. Por lo general, cuando no tiendes comunicarte de forma asertiva, sueles sentir insatisfacción en tus relaciones sociales, ya que muchas veces la falta de asertividad genera conflictos interpersonales, y esto a su vez produce emociones desagradables al sentir que no tienes poder sobre ti mismo.

El camino hacia el desarrollo de la asertividad comienza con observarte a ti mismo y reconocer si ves que necesitas potenciarla.

Si así lo decides, el siguiente paso es ponerte en marcha para aprender a desarrollarla. A través de la terapia psicológica podemos darte las herramientas de aprendizaje para dar ese paso que quieres dar en busca de la asertividad, a la vez en ayudarte en aumentar tu autoconfianza al buscar cambiar tu estilo de comunicación. Te brindaremos apoyo y sostén en los pasos a ese cambio que trasformará tu vida hacia un mayor bienestar psicológico y social.